El Talmud dice que bienaventuradas son las personas a las que el Creador les dio las herramientas y regalos siguientes: los tefilín, que usamos en la cabeza y el brazo; los tsitsit, que usamos en nuestra ropa o nuestro talit; y la mezuzá, que ponemos en nuestra puerta. Los kabbalistas explican que estas tres herramientas representan las tres partes de nuestra vida: nuestro cuerpo, las cosas que poseemos (ropa) y nuestro hogar. Por lo tanto, nos dicen que una persona que usa estas tres herramientas puede purificar este y todos los aspectos de su vida.