El séptimo día de Sucot se conoce como Hoshaná Rabbá, una apertura cósmica en la que la Luz es siete veces más poderosa.
Hoshanà Rabbà marca el día en que se termina de sellar el juicio que comenzó en Rosh Hashanà. Al principio del período del juicio -en Rosh Hashanà y Yom Kipur-, todos los habitantes del mundo pasan de a uno ante Dios para ser examinados. Durante la festividad de Sucot, todo el mundo es juzgado respecto del agua, los frutos y la producción agrícola. El séptimo día de la festividad, Hoshanà Rabbà, es cuando dicha sentencia es sellada y confirmada. Puesto que la vida humana depende del agua y todo se basa en la decisión final, Hoshanà Rabbà se inviste de una esencia similar a la de Yom Kipur, caracterizándose por plegarias y arrepentimiento profusos.
En el Midrash encontramos los siguiente: Dios dijo a Abraham: "Yo soy uno y tú eres uno. Concederé a tus descendientes un día especial en el cual podrán expiar sus pecados -Hoshanà Rabbà"
¿Por què hizo Dios está promesa específicamente a Abraham? La luz de Abraham comenzó a iluminar el mundo luego de 21 generaciones (a partir de Adán). De igual modo, si la luz de Israel se demora en brillar, no lo hará por más de 21 días luego de Rosh Hashanà -o sea, en Hoshanà Rabbà-.
El carácter esencial del día consiste, por lo tanto, en la plegaria y el despertar de la misericordia Divina en el momento en que es sellada la sentencia, cuando se decretan las " anotaciones de la decisión" -los veredictos-.
Así, Hoshanà puede separarse en Hoshà (salva) y na (las letras nun y alef, cuyo valor numérico es 51), como si dijéramos: "Sálvanos en el día 51 de los días de perdón que comienzan en Rosh Jodesh Elul".
Hoshana Rabbá nos ofrece la posibilidad de mantener las bendiciones que atraemos a nuestra vida durante Rosh Hashaná, Yom Kipur y Sucot. Al permanecer despiertos toda la noche y escuchar la lectura del libro Deuteronomio de la Torá, podemos cambiar y expandir nuestra conciencia, transformar cualquier juicio hacia nosotros durante el próximo año y sellar nuestra vasija espiritual.